Bolsonaro, la puñalada y la dolencia de la democracia brasileña

La puñalada a Bolsonaro no supone una metáfora a la democracia, pues esta viene enferma desde que su desprestigio haya alcanzado ya niveles vergonzosos en Brasilia.

Cualquier ciudadano habría podido hacerlo con indeterminado candidato de diverso espectro político, por lo bajo, aquellos de signo contrario, no mostrarían su disgusto, aquí mora una terrible dolencia, enfadosa, es el estado de cosas actual.

Existe un agravante que explica la disposición brasileña a manipular al electorado obligándole a votar, si se supone un derecho resulta difícil entender cuál es su naturaleza al conminarle al voto, implica discursos más populistas porque la mayoría de la población lo exige, además Brasil arrastra una infraestructura ostensiblemente precaria y endémica, peligrosamente inestable porque alcanza el rango de estado de cosas admitidas, Brasil convive con su pena y la legitima, solo hay que ver la inauguración de las Olimpiadas con su loa a la favela.

El carácter patrimonialista del político brasileño exigiendo el himno nacional en los partidos de fútbol para llegar al pueblo lanzando un mensaje de patriotismo setentañero e inane y la extensa burocracia con el designio de manejar a la misma población, muestran un país que busca la imagen más que las soluciones concretas, envolviendo en estética los problemas, un entrabe  imposible de resolver si políticos y ciudadanos no deciden finalmente elaborar una estrategia para antes de todo quedarse desnudos uno enfrente del otro reconociendo la mentira que penetra el país, las apariencias, desconfianza e inanismo, una patria grande en himnos pero en la que nadie confía en el prójimo, una carrera hacia la apariencia con el correlato del esperpento, un chiste, como diría De Gaulle.

 

 

Pedro Sánchez, el tío la foto y los pasados que vuelven

Pedro,

Corres el riesgo de convertirte en el tío la foto si  no consigues explicar por qué los del segundo barco, diferentes de los del primero.  Con Cáritas cuidando de los dos.

A qué te la sacaste con la perra, y la del avión con gafas de sol, estás más bueno que el pan con fuagráslapiara, pero explícanos lo de los barcos lo antes posible, también tu propensión a los vuelos para cualquier sitio, la última, tu mujer a tu vera y los que te rondaré morena, a ver, Alfonso Guerra de los 80 en los 2020…

Expuesto esto, qué tal anda la seguridad social y a dónde tira Cataluña, pues Tordá tiene cabeza de bagre, lo que importa.

Lo del Valle de los Caídos, para más adelante, foto, otra, primero, las anteriores.

Azaña fue un gran político pero los de ahora no sabemos qué hizo, cuál fue su obra además de su verbo, se hacía fotos con Negrín, no era muy recomendable este personaje.  A Azaña no le gustaba Baroja, pero Baroja ¿no es más que Azaña?

Lo de la cuestión de género de la constitución, foto, antes, las de antes.

Si volvemos a Guerra y después a Zapatero, previo resucite de Azaña, ¿por qué no nos quedamos con ellos?

Pedro, sal de la foto y empieza a criar canas mostrando que sabes en el berenjenal en el que te has metido.

 

 

El Valle de los Caídos, la concordia y Cataluña

La concordia de Adolfo Suárez se perdió en la memoria de pez de la postransición y este gesto, la vida son gestos además de intenciones, le homenajea.  Su última foto pública, con el rey emérito de espaldas y la cabeza mirando al suelo, ¿presagio ?

De todos es sabido que en Cataluña vive el fantasma de Franco como fake-new y su historia pergueñada en los medios de comunicación, colegios y principalmente bares resulta el más fino argumento, capaz de suscitar su vehemente pero raro gobierno.

En política lingüística, el dictador, el caudillo, Franco, cada cual según, habita, es inevitable su obra.  Franco configurando presentes.

Europa se nacionaliza porque Italia no está clara, al igual que Francia, tampoco Alemania, de todos es sabido España, como decía Mitterrand, “los nacionalismos, la guerra”.

Ojalá que el Valle de los Caídos se convierta en un lugar de peregrinación para todos, un extracto bilateral de memoria histórica donde finalmente los españoles puedan ofrecer su ofrenda al descanso y a la conformidad de Suárez.

 

La persiana de la mañana, ETA y el pecado de su palabra

Cuando subía la persiana en invierno al romper la mañana enmudecida por la pereza, allí estaba otra vez la pared de ladrillo herida por una amenaza de brocha gorda representando a veces una diana y un nombre en el medio, otras un grito de guerra con las mismas letras de siempre, esas letras inocuas y sin culpa pero enfermas, que acarreaban sangre, maldad, inseguridad, dolor y amenaza.  Tristeza.  La palabra y su ideología.  Otras con la serpiente reptando por su hiriente machado…

La pared de ladrillo agraviada formaba parte de nuestro territorio y supongo que consecuentemente de la historia navarra reciente.

Después venía ir a por el pan, la escuela de la mañana, comer, la escuela de la tarde, los juegos hasta el atardecer, la cena, el beso paternal nocturno, algunos tebeos de waltdisney en la cálida cama antes dormir, y así hasta el día siguiente sin pensar mucho más que en lo que ocurría, era el momento de vivir lo que había justo en ese momento.  Un niño.

Una noche en la universidad escuché un eco profundo y anormal rebotando entre los edificios, la metralla incrustada en los áticos de los bloques colindantes a la Ciudadela de Pamplona, qué ensañamiento.

A Bonifacio Martín lo conocí brevemente por asuntos diplomáticos a finales de los 90,  y en 2003 se cumplió la profecía de la pared de ladrillo al levantar la persiana por la mañana antes del pan, cuando la escuela, la comida, los juegos al atardecer etc.

Después de 40 años de plomo y casi 10 de paz prevalecen dos sentimientos, el de los 900 muertos con su luto y el de la pena capital por la palabra enferma de bandera y periódico.

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Mayo del 68, la mujer y su madre

Dos cosas de Mitterrand a Daniel Cohn-Bendit en mayo del 68.  Lo llamó vabagundo y le acusó de cargarse la familia.

Hasta mediados del XX, cuando no había privacidad y los padres e hijos se apelotonaban en un solo cuarto para comer, hablar, dormir, higienizarse y reproducirse, la mujer gestionaba los espacios, la educación de la prole y la capacidad de generar riqueza de su marido.

No podía ser elegida para cargos públicos, pero su aval era imprescindible para que se tornase candidato.  Un mal marido, un descarte.  Uno de los motivos principales de divorcio en la Francia de la época, mayoritariamente suscitado por las mujeres, además del alcoholismo y la violencia era la incapacidad del hombre en generar recursos.

Su vida, postergado ante las inclemencias del trabajo, vivir como ímpetu de supervivencia, qué difícil, transcurría a través de un infierno físico y moral.  La mujer, en su inevitable posición lo recepcionaba al final del día, antes, ordenaba la cría, gestionaba los recursos, delimitaba los espacios, sin noticias de su compañero en el ámbito privado.

Las personas se casaban las menos por conveniencia, las más por necesidad, en el 68 vino el amor, al principio camuflado por los cuerpos y la libertad suscitada por el hartazgo de la conveniencia y la necesidad, subsistió el cuerpo, a veces el amor, menos la conveniencia, poca la necesidad, de cualquier manera, los diáfanos papeles del hombre y la mujer se proscribieron, Mitterrand, socialista, lo anticipaba con una clarividencia anómala, sabía que lo que estaba entrando en crisis era la familia porque se le estaba empezando a caer su gran pilar que no era otro que el de la madre.

Felices, madres, gracísimas.

 

 

 

El machismo y la cárcel

No creo en el machismo como una perversión histórica y mundial contra la mujer.  Las confabulaciones duran un tiempo, pertenecen a los hombres políticos, no al género humano, algunos años, las cosas cambian después.

De hecho, en qué consiste el machismo.

Por una mala definición de machismo, generalizada y básica, hoy no se puede mirar, no se pueden hacer películas, tampoco cortejar, ni escribir poemas, ni discutir, hoy uno corre el riesgo de condenarse, es necesario tener cuidado.

Por una enfermedad de la definición, la sociedad, o una parte que grita, me hace sentir culpable y yo tengo la seguridad de que no están en lo cierto.

Cuando alguien me hace sentir culpable, lo odio, es una reacción instintiva contra la cárcel.

Proliferan caras agrias, de mal con la vida, ciertamente violentas.  Nunca vi tanta intolerancia en las redes sociales, qué difícil es hablar.

Todo es construcción social, el fútbol, la ropa, la comida, los roles, el lenguaje, la biblia, la distribución de la casa, la literatura infantil, dónde está el ingeniero supremo, no será el mundo hecho a sí mismo a lo largo del tiempo…

La dimensión del hombre.

Supongo que hace, 200, 300, 400, 2000 años las cosas eran como podían, hace tiempo que rehusé juzgar lo que no vivo.

No veo víctimas sistémicas, abomino de las victimistas, sean judíos, negros, inmigrantes, blancos en negro, bolivianos, busquemos los desvalidos, los oprimidos, las víctimas verdaderas, veamos la casuística del desorden, pongamos concierto.

No acusemos.

¿Es la hora de que el hombre se rebele, estuvo alguna vez en contra de la mujer, en qué fecha la condenó, quién está por detrás de todo esto, dónde se fabrican estas ideas asustadoras?

 

Carta a Doria desde el infierno de Pinheiros

(esta carta fue escrita el 26 de febrero de 2017, la reproduzco porque desde entonces no obtuve respuesta, como esperaba, nada cambió, al contrario, empeoró bastante.  Este es el enlace original)

Estimado Doria, qué tal,

Le escribo primero esperando que esté bien. Le deseo todo lo mejor del mundo en estos cuatro años de sufrimiento que le esperan, no es fácil gobernar una ciudad de tantos millones de personas todos pensando diferente, pero usted es un buen gestor, seguro que sabrá qué es una paga extra, qué vale la seguridad social de un trabajador o sus vacaciones y esas cosas, es de los míos, le digo que no me gusta que nadie administre nada público, es decir, el dinero de los otros, sin haber antes dado por lo menos un empleo en su vida con el suyo, esto lo debe de tener muy claro, usted es un gran emprendedor.

Sin embargo, le tengo que decir que a las primeras de cambio y creo que como yo ya hay muchos que piensan lo mismo, ya la tenemos liada. Hace un par de años pasó por delante de mi escuela y se sacó una foto sonriente, como todos los políticos, le prometieron que votarían en usted, yo no puedo, continúo extranjero, aunque pagador de impuestos en Brasil, me dijeron que me quitarían de español y decidí quedarme como estoy. Usted me encandiló porque encarnaba y encarna la gestión pura y principalmente también el sentido común, lejos de los gestores teóricos encerrados en su torre de marfil que le precedieron recientemente. Usted vive cerca de Pinheiros, puedo ver su casa, sin embargo, durante los tres carnavales que se acaba de inventar yo no puedo salir de la mía y usted sí.

Como el carnaval es democrático, a mí me gustaría que el próximo año transportase la experiencia de los blocos de carnaval a las calles de los Jardins, usted vive cerca de Eduardo Suplicy, de tal manera que ambos colores e instancias gubernamentales podrían saborear la experiencia increíble que los habitantes de Pinheiros están teniendo en estos tres finales de semana, literalmente, señor alcalde, infernales, pero también muy alegres para muchísimas personas, curiosamente, casi todas ellas de fuera de Pinheiros, sería una experiencia bien republicana y saludable.

No le voy a contar que tuve que cerrar la escuela de español porque mis funcionarios tenían miedo de llegar y no lo tenían tan claro cómo harían para volver, y en el restaurante al igual que los restaurantes que usted sabe que existen en la calle de los Pinheiros, desgraciadamente, las personas no conseguían subir la rampa de entrada, bloqueada de personas bebiendo cerveza Skol compradas por los ambulantes en el Pão de Açucar, le tengo que decir, totalmente dentro de las normas de accesibilidad, la rampa, como mostramos a los emisarios que usted envió la semana pasada para ver si personas con deficiencia podían hacer uso de las instalaciones, curiosamente, en estas fechas donde ni las normales consiguen entrar.

A mí me parece que el próximo año en Jardins, donde usted y Eduardo Suplicy viven, sería una buena idea que los blocos de carnaval desfilasen para que los tuviera bien cerca a ver qué le parecen, creo que tendríamos tantos o más garís para limpiar las calles al día siguiente y también tanta o más policía, pues yo los veo todos los domingos por la mañana mientras voy a misa hablando con sus vecinos, tomando café, en esas mañanas tranquilas donde uno es capaz de escuchar las maritacas y hasta algún murmullo viniendo de dentro de las magníficas casas que componen el maravilloso barrio de Jardins.

De la misma manera que usted respondió a los grafiteiros con grafitear su casa, con toda la razón del mundo, ojo por ojo diente por diente, a ver si irían a gustar, a mí me parece que debería tener el mismo criterio y llevarse al pueblo el próximo año bien cerca de su casa, llamar a Eduardo y a disfrutar, eso sí, sin poder salir, llegando a sus propias conclusiones para hacerlo todavía mejor el año posterior observando al alegre pueblo, dueño de la calle, siempre de la mía y nunca de la suya.

Con admiración, espero mucho de usted, le pido disculpas por escribirle la carta en español pero me encuentro más suelto, si tiene dificultad la podemos discutir personalmente, también mis máximos respetos por Eduardo Suplicy, coincido con él en misa y me parece cercano, estoy expectante, y siempre con educación, desde el infierno de Pinheiros,

El Carnaval de São Paulo pasó de los límites

Una niña de no más de 15 años paró en una tienda de la Teodoro Sampaio y aseguró a la atendiente que vendería todos los Suflairs de 1 real en menos de 15 minutos.  Agarró la caja conteniendo unos 20 y salió a la calle diciendo

-Suflair a 1 real con derecho a beso

Los que bajaban, los que subían, a todos les dio por el Suflair y la niña consiguió vender toda la caja como había prometido.

Izquierdar

Este es el término que se utiliza en los colegios de São Paulo a la hora de tomar una postura al escribir redacciones.  Izquierdar es primero girar a la izquierda para satisfacer al profesor, que casi siempre lo es y causarle una buena impresión para que no te ponga una nota demasiado mala.  Existen dos consecuencias fundamentales, la primera, que el alumno obviamente no dice lo que piensa, vivimos en un mundo en el que los adultos ya no lo hacen desde un buen tiempo, es el pensamiento único, lo políticamente correcto, solo en privado.  Esto se llama, podemos mejorarlo, dulcificarlo, discutirlo, censura previa, como antes, pero de otra forma: feminismo, machismo, empoderamiento, derecha-izquierda, Bolsonaro, Lula, pensar de una forma que salga del pensamiento predominante hará que recibas con seguridad una etiqueta en forma de insulto.

Vivimos en una sociedad que va al pensamiento único, manipuladora en muchos de los aspectos, superficial en otros, y ciertamente maleducada con la apariencia de ser la época más abierta, no es verdad.

Nuestros jóvenes ya saben lo que tienen que decir y lo que no, muy triste.  Nada cambia, todo adquiere tintes diferentes pero son lo mismo.

Cataluña y la Mala Educación

Algunos de los profesores de España Aquí en la actualidad son catalanes, enseñan español muy bien, representan al lugar donde trabajan como yo creo lo haría si lo hiciera en cualquier  institución, conocí a otros también, algunos de fiar, otros no, también a madrileños, unos de fiar, otros no, murcianos, unos de fiar, otros no, y así, no noté nada raro en los primeros como algunos quieren hacernos pensar, quizá que fueran algo desconfiados incluso entre ellos, principalmente entre ellos, esto me llamó mucho la atención y seguramente asustadizos al principio, un poco obscuros, respetuosos, más al principio también, algo echados para adelante con una copa encima sobretodo, pero no demasiado, meticulosos siempre, profesionales en el sentido estricto de la palabra y esencialmente contradictorios, pero esto es algo inherente al ser humano, así que nada excepcional.

Ni eran mejor trabajadores ni tampoco grandes mentores de ideas, nada que justificara un brillantismo que parecían haber vendido al mundo intensamente después de las olimpiadas, se podría incluir polémicamente también una cierta perturbación acerca de su tímida xenofobia, en forma de chiste, pero igual de presente y desagradable en relación a los andaluces y valencianos además de una relativa tirria a todo lo español que ven de manera poco ponderada llamándonos ineludiblemente, fachas.

La mala educación de la Cataluña envuelta en banderas estrelladas independentista consiste en Cataluña hacer lo que quiere saltándose la ley en rojo, a mí me gustaría que los que quisieran hablar español lo hicieran si quisieran también y que Barcelona votara por ella, así como Tarragona o Salou, llenas de rebosante mala educación si hubiera que aplicar el mismo cuento, sí, de mala educación digna de un adolescente sin curtir, de un niño mimado que se siente bien en la bulla, los del griterío son como siempre los pobres hombres exaltados .  No me creo a nadie envuelto en ninguna bandera que esté dentro de sus cabales, todavía España está reinventándose después del XVI, meterse una española es tenerlo casi todo bastante claro, yo creo que ni Galdós lo hizo nunca en su vida, Cataluña está llena de charnegos, payeses, burgueses y emigrantes, muchos de ellos musulmanes, chorizos por arriba y por abajo y turistas en exceso, el adalid del berrinche independentista es descendiente de andaluces, es decir, un perro callejero, y lo más importante, la mayoría uno tiende a creer que piensa español y quiere serlo,  Barcelona es española y Tarragona también, además de Lérida, casi siempre la montaña impregna de cabezonería, Gerona, no, qué hacen estos tipos con banderas estrelladas e ideas tan nítidas cuando todo está tan suelto, tan parecido a España, que es lo que es porque es donde están desde siempre, creo sinceramente que son también unos fachas, si abro la boca me cortan la lengua.

El sabio decía que hay que seguir los buenos ejemplos y que su lección siempre fueron los malos.

La mala educación de Cataluña es precisamente lo que no hay que hacer.

Segundo Villanueva, São Paulo