Sobre racismo, braguitas, árbitros rumanos y obesidad.

La palabra normalmente no acarrea pecado, la intención que la manipula, sí. Estar instaurado en la mención y las frases hechas lleva a imprevistos, lo que le ocurrió al pobre árbitro rumano rebotando levas de periodistas en Brasil es muy normal, y se resume en desviar la inacción reaccionando cuanto más lejos mejor, al tiempo …