Inspirada en un libro de no ficción de Jessica Bruder, la película habla de una nueva clase obrera formada por temporeros que se ven obligados a encadenar trabajos temporales en el sector terciario. Su protagonista, interpretada por Frances McDormand, es una antigua maestra que se suma a la comunidad de los llamados van-dwellers, nómadas que viven en sus caravanas y forjan sus propias redes de solidaridad, a falta de otras mejores. La película está ambientada en 2011 y describe las secuelas de la crisis de las subprimes, pero también parece anunciar las que ahora se avecinan.

Hay que tener en cuenta que la escritora es especializada en analizar y mostrar algunas de las subculturas de los Estados Unidos, se sumerge aquí en las vidas de los trabajadores nómadas que se trasladan a través del país en busca de empleos estacionales y que viven en sus vehículos, ya sean estos caravanas, furgonetas o automóviles adaptados. Esto les obliga a llevar una vida frugal, algo especialmente complicado cuando en la mayoría de los casos son personas mayores que no han podido jubilarse o bien que no podrían mantenerse con la prestación a la que tendrían acceso. Así pues, Zhao muestra las tremendas dificultades, las noches en vela, las preocupaciones derivadas de las inclemencias del tiempo, el desarraigo, la discriminación, la falta de recursos y las eternas jornadas en puestos mal remunerados y peor vistos y por supuesto se hace eco de la denuncia social, necesaria, detrás de este involución que hace que el capitalismo engulla y regurgite a personas a las que deja contra las cuerdas, sin más alternativa que abandonarlo todo e ir en busca de un sustento, por pequeño que sea.

De igual modo, como creadora inteligente que es, Zhao retrata también la otra cara de la moneda: la fuerza de esas personas, su libertad, su comunión con la naturaleza y su retorno a una forma de vida ancestral. La filosofía detrás de esto es dejarlo todo como lo encuentras, aceptar trueques, cooperar con los demás viajeros que siguen su camino, aprender a desprenderse de lo innecesario, ser generoso aunque celoso de tu propiedad y, ante todo, aprender a salir adelante de forma autónoma. Por eso, en Nomadland se dan cita el drama y también cierta concepción romántica de esta forma de vida, enraizada de forma profunda en la idiosincrasia estadounidense por los pioneros colonos que recorrieron esas tierras en sus caravanas. Lo más interesante y especialmente emocionante es el hecho de que se haya recuperado a las propias personas que aparecen en el libro interpretándose a sí mismos: es una hermosa forma de apoyarlas, de darles voz en un mundo que ha pretendido silenciarlas y darles la espalda. La película está muy bien hecha, baste como prueba los óscares ganados, ha ganado como la mejor película del año, mejor directora y mejor actriz principal para Frances McDormand.

Mi opinión

Con la crisis de 2008, subió el número de personas que salen de sus casas para vivir dentro de sus propios coches, pero ellos se encuentran en esta situación no porque les guste, sino porque no tienen opción. El personaje principal, Fern, se va por la carretera después de perder su empleo. Uno de los aspectos más interesantes es que ella también conoce nómadas más jóvenes, que tienen muchas deudas estudiantiles y no tienen dinero para comprar una casa.

Además, esta es una película de muchos silencios, los paisajes de fondo en tonos pasteles nos pone casi en un estado de contemplación. Es como si las personas estuvieran buscando algo en el horizonte, pero el camino puede ser difícil. Nomadland vuelve a hablar de personajes obligados a cambiar de rumbo vital y a poner en duda algunos de los mitos estadounidenses, como ese que asegura que uno siempre logra reinventarse en su territorio. Ya no hay ni para una casa, y el hogar pasa a ser el coche, o la furgoneta o, en el mejor de los casos, la caravana. Como contrapartida, echándole un poco de esfuerzo optimista y hasta poético, están la fraternidad, la libertad, la aventura y la autorrealización.

¡Os garantizo que es una película buenísima!

 

Alumna: Beatriz Marques  C2 (Professor, Luisma Maestro)

 

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