Incorporar significa empuñar un arma, aprender, por el contrario, animar desde la barrera. Es difícil comprometerse con la batalla de la guerra de hacerle hablar y escribir una segunda lengua a una persona, y muy sencillo cabalgar por sus cuadros gramaticales, el estatus moral de un profesor equivocado se alcanza alejado de la realidad, el universo profesional y personal del alumno.