(a los profesores de España Aquí)
Uno de los grandes diferenciales de nuestra Manera de enseñar (me gusta llamarlo así) es el abordaje de la lengua desde un punto de vista práctico más que teórico, el acto más que el sistema, el habla más que la lengua, el conocerse más que el conocer (Ignacio Bosque).
Las variables que surgen de todo lo anterior nos hacen únicos, la teoría es la misma siempre, por tanto, no diferencia a las escuelas, lo mismo es aquí, que allí, etc, y no hay muchas variables atractivas para aprenderla, o por lo menos, las desconozco. Nuestra base teórica sería igual o muy parecida a la de otras escuelas si nos centráramos en la sedimentación gramatical, no considero que sea un diferencial explicarla con un método u otro.
Otro es el carácter contextualizado de nuestro Vamos, pues es un hecho que ningún ejercicio puede ser realizado al margen de los textos ofrecidos. No son abstractos, en una palabra, nosotros creamos nuestro propio ecosistema comunicativo, no es fácil crear un equipo de trabajo, coordinar, revisar, editar y publicar una colección de ELE, el Vamos no es diferente. A veces pienso que es un milagro, no sé cómo se dio.
Otro es el carácter pragmático, y este me gustaría resaltarlo con mayor énfasis, de nuestro ejercicio de enseñanza aprendizaje y aquí sí que somos únicos, ¿os habéis dado cuenta cómo de iguales y diferentes son el español de México y el de España? Habéis reparado cuán largas son las frases en el país norteamericano para decir lo mismo que en el mío? ¿Os habéis preguntado por qué? Se habla igual y diferente en Argentina y Cuba, por seguro y así.
Y mi pregunta es, ¿este aspecto pragmático es considerado en clase, se le da la importancia necesaria para hacernos únicos y exclusivos, contamos el por qué se habla de esta manera o de otra en este u otro país?
Llevo muchos años editando la Revista Vamos Contigo donde hago esto que mencioné ahora, pero con el portugués, pues para aprender una lengua es necesario conocer o aproximarse al substrato que la conforma. Voy a poner un ejemplo: el valor del no en Brasil es diferente del valor del no en España, como es diferente el valor del no en México (y Colombia). Ni en Brasil, ni en México existe, fue substituido por otras fórmulas o resemantizaciones (ya veré a ver, que significa No)
Esto sirvió para organizar mi mente y analizar contrastivamente el portugués con el español, no para crear un manual de traducción (tenemos en torno a 1300 actividades dentro de nuestra Área Restringida del site), y sí para intentar entender (siempre intentando) la vida que existe detrás del portugués y del español y así poder explicar que las palabras, la sintaxis y la organización mental de los contenidos informativos no son meros constructos teóricos artificiales, están llenos de vida y lo que parece igual no lo es.
Me llevó también a otros asuntos relacionados con comportamiento (cómo es diferente Brasil de España, cómo es diferente Chile de Cuba) y que se relacionan con mi perfil de periodista en potencial (llevo toda la vida creyéndomelo), pero esto ya es harina de otro costal, aunque se relaciona como podéis intuirlo rápidamente.
En definitiva, España Aquí busca diferenciación, ella se encuentra en nuestra experiencia como habitantes y en el comportamiento de las personas con las cuales vivimos el tiempo que lo hicimos en nuestros países de origen.
Y eso lo tenemos como profesores nativos que somos, ninguno parido del ámbito académico (no os olvidéis quiénes somos, de donde venimos), y que lejos de ser un problema, es una virtuosa bendición, pues lo que no podemos es intentar imitar lo que no somos, académicos y resaltar lo que sí, hablantes, cultos, maduros y prácticos, más, pragmáticos, que sabemos contextualizar, explicar los porqués, matizar y analizar la lengua intrínsecamente unida a la vida.
Lo principal, dotar a nuestras clases gradualmente de un componente cada vez más pragmático, único, mágico y que nuestro origen nos lo da gratis.