Tenía el papel que nadie quería, el de árbitro de veintidós estrellas del futbol, estrelladas ya. Eso, y un historial con más muescas que Billy el Niño, con una ristra interminable de muertos por infarto, con causa en errores groseros repetidos temporada tras temporada, que se empeñaba en defender de forma didáctica y paciente, a …