Que 2026 nos traiga un fútbol menos lleno de trámites y pases consabidos, más sorpresa y elasticidad, menos marrullería y mejores compañeros de campo, más pases increíbles y controles que desafíen la gravedad despertando un ohhhh de verdad, más regates nerviosos pero precisos, más jugadas de tiralíneas que concluyan al final de todo en gol, faltas mágicas que también concluyan en gol por un poco, porteros infranqueables, defensas certeras, mediocentros como Kroos y Modric, pero también como Iniesta y Xavi, y nuestro querido Clemente Iriarte, furor en delanteros sedientos, partidos infinitos.
