Los chirripitifláuticos de cuando pequeño eran la mar de graciosos, es así como se deben de sentir los hinchas del Barcelona y Bilbao dando la nota al pitar al himno de España cuando su equipo juega al fútbol sin tener en cuenta si a los jugadores les gustaría que se manifiestasen sobre asuntos que nada tienen que ver con el fútbol pues igual, además, son de Pamplona, de Canarias o de Sevilla. Me los imagino en la pitada chirripitiláutica mirándose unos a otros confirmando lo graciosos que son, esgrimiendo una sonrisa rellena de orgullo y gritando je,je,je. A diferencia de los chirripitifláuticos de la tele de cuando pequeños estos no hacen ninguna gracia para la mayoría de los de Barcelona ni de Bilbao, mucho menos para los del resto de España, y funcionan en tronera como los ñús, que son la mar de tontos, van en bando y al final siempre se los come una leona ante la absorta mirada del rebaño.
Seguirán los chirripitifláuticos chirripitiflauticándose en los partidos de fútbol. A la mañana siguiente ya desperezados de la función, a trabajar porque la vida sigue igual, exactamente como ocurrió después del partido anterior, y del anterior a este y también del anterior a este del anterior, y el otro.
Si Locomotoro levantar la cabeza…