P. Hola Segundo, qué tal, ¿cómo estás?
R. Muy bien, ¿y tú?
P. Muy bien. Gracias y gracias por estar aquí una vez más.
R. Gracias a vosotros, es un placer para mí.
P. Hoy vamos a hablar un poco sobre el perfil del alumno de España Aquí. ¿Es el español una lengua minoritaria y consecuentemente elitista?
R. Pienso que sí, es la punta de la pirámide que estudia español actualmente en Brasil, y esa punta tiene mucha relevancia profesional en Latam, por tanto, posiciones de poder y también de responsabilidad.
P. Interesante ¿Por qué aumenta la responsabilidad al utilizar el español en negociaciones o posiciones de liderazgo en Hispanoamérica?
R. Mira, poner en riesgo una negociación o asumir una posición de liderazgo en Hispanoamérica implica la defensa de la imagen pública personal y corporativa, lo que, inevitablemente, aumenta de manera descontrolada esa responsabilidad.
El español, en ese sentido, se aborda bajo los parámetros que miden el desempeño corporativo (que son competencia, habilidad, excelencia, superación). Es decir, adquirir la lengua española no es muy diferente que tener un buen desempeño profesional en tu empresa.
P. ¿Y qué características destacan en el público que comienza a predominar en las aulas de español?
R. Pues un público con posiciones de mando, evidentemente, y en muchos casos, y consciente de que la letra pequeña marca la diferencia en las relaciones avanzadas, comienza a predominar como público característico en las aulas el ejecutivo que busca cada vez más la excelencia y no se quiere equivocar.
La segunda tendencia consiste en la ruptura del techo académico. Anteriormente, el nivel de corte podía situarse en el Básico A2 o Intermedio B1; hoy en día, ha aumentado al Avanzado B2 o incluso a niveles superiores. Un mayor compromiso con la excelencia, un incremento del profesionalismo y un espíritu crítico pueden estar detrás de este cambio de comportamiento sin duda.
P. Muy interesante Segundo, muchas gracias.
R. Bueno, muchas gracias a vosotros y nos vemos la próxima vez.