(11) 3083-3334 / (11) 98541-8425

Acesso para usuários

Rechiflador 1

Revista Vamos Contigo 227 - Expresión escrita y comprensión lectora Segundo Villanueva / São Paulo, 12 de Setembro de 2020

Leer
Segundo Villanueva  / São Paulo, 12 de setembro de 2020
Resultado de imagem para logos de facebook   Resultado de imagem para logos de twitter   Resultado de imagem para logos de instagram   Resultado de imagem para logos de linkedin  Resultado de imagem para logos de email
                                                                                                                           
Una vez reñí con mi amigo. Tenía cara de fuego y lloraba por nada. Hablaba como si tuviera una campana pequeña en la boca y masticaba alguna palabra, por lo que escupía mucho. También le faltaba algún diente, y por eso no era de los que más preferíamos. Además no jugaba bien al fútbol y ni leía seguido los libros de Senda, ni hacía bien las cuentas ni nada. Era un amigo de los que los maestros no tenían gran consideración y nosotros, que éramos sensibles y rotundos con nuestras preferencias nos dábamos cuenta enseguida.
 
- Ya estás llorando otra vez. No paras de enredar. A ver si te estás quieto...
 
Los mocos se le deslizaban por la nariz y a veces se olvidaba de ellos y los lucía colgando durante toda la mañana. Su pelo era negro y por ese motivo, a nosotros nos daba la sensación de que iba sucio. Solíamos reñir a eso de las tres de la tarde. Por la mañana no encontrábamos razones. Nuestras madres nos ponían pimpantes y acudíamos a la escuela a ver qué nos contaban. Conforme pasaba el día nos íbamos aburriendo o cada cual empezaba a pujar por sus intereses y ahí es cuando empezaban a salir chispas. Mi amigo nunca quería nada con nadie, y que recuerde, tampoco tenía ningún interés en concreto. Le gustaba enredar, y se rechiflaba de nosotros porque se aburría. A mí me daba que era medio tonto porque nunca quería nada y no me gustaba que nos rondase después de comer cuando hacíamos nuestras cosas porque sabía que iba a ser un estorbo.
 
- Tú, cállate
- No me da la gana
- Lo qué...
- Porque lo digas tú, chulo
- ...
- Ayyyyyyyyyyyyyy
 
Una vez le sacudimos porque no podíamos más. Se puso tan pelma que parecía que le gustase que le diéramos patadas secas en el culo y que le empujásemos para atrás, como solíamos hacer de niños para comprometer la estabilidad gravitatoria de nuestro adversario.
 
...
 
© España Aquí http://www.espanaaqui.com.br/pdf/Revista%20Vamos%20Contigo/ICONOS%20tots%202%20(5).jpg

 
Después de leer el texto, escúchatelo o bájatelo si lo prefieres.  También puedes hacer el download de la actividad.  A continuación te propongo que respondas las preguntas a continuación. 

 

Escuchar
Download

Se deseja, faça o download do teste desta atividade aqui

Responder